Lago salado de 5.000 kilómetros cuadrados, situado cerca de la frontera con Argelia.
Hace unos mil años fue parte del Mar Mediterráneo unido a él a través del Golfo de Gabes. Los fósiles encontrados así lo demuestran.
Kilómetros y kilómetros de línea recta para admirar los dibujos formados por la sal, los espejismos (si las condiciones meteorológicas lo permiten como en la foto de la izquierda) y para adquirir las famosas rosas del desierto.
La razón científica de los espejismos es la ilusión óptica debida a la refracción de los rayos del sol en la atmósfera que reflejan objetos lejanos. Esto es consecuencia del calentamiento del aire que está en contacto con el suelo.
La visita se realiza en los circuitos que contemplan las zonas de Douz y Tozeur ya que Chott el Jerid se encuentra entre estos 2 pueblos.
Es una roca sedimentaria formada en los desiertos cuando se forman diversas capas de yeso, agua y arena. Forma cristales muy bellos que recuerdan la forma de una
flor, de ahí la denominación de rosa.
La zona del sur Túnez es muy prolífica y la rosas se han convertido en un perfecto recuerdo para los turistas por su belleza y originalidad y por su bajo coste.